Se lamen las gorras el uno follando mamas culonas al otro.
Desafortunadamente, las vaquillas rubias no tenían una vida personal con los hombres y tienen que lidiar con la depresión de todas las formas posibles. Al no haber encontrado nada mejor que el sexo, las mujeres se lamen las gorras y ahora les importa un carajo todo lo follando mamas culonas demás. Entonces, los problemas realmente se pueden resolver sin la ayuda del alcohol y sin visitar a un psicólogo o narcólogo.