Se sienta sobre una señoras culonas infieles polla gorda.
De la sonrisa de Kenzi, el día sombrío se vuelve más brillante e incluso un arco iris se despertará en el cielo. Especialmente si una chica extravagante se sienta en una polla y patina con tanta emoción que desde fuera todo parece señoras culonas infieles bastante divertido. Además, el rubio no rechazará a un estudiante mendigo si tiene lo que necesita.