Melisa y señoras culonas infieles Miranda están retozando.
Un vendedor ambulante se ofreció a ver a dos novias aburridas con una nueva máquina de follar. Las niñas, un poco avergonzadas, decidieron no perder la señoras culonas infieles oportunidad única de rodar un maravilloso juguete en sus dulces agujeros. Melisa y Miranda se divirtieron mucho bajo la guía del comerciante. Sin embargo, no tenía sentido comprar.